28 de agosto de 2014

La crisis del siglo III

Este cuadro sinóptico se lo robamos a Daniel Gómez Valle
Entre los años 235 y 284, el Imperio Romano, que era entonces el más poderoso del planeta, vivió un período de numerosos problemas, emperadores asesinados, aumento de la pobreza en el pueblo, luchas internas y enfrentamientos contra pueblos vecinos. A eso, en la actualidad, se le llama la crisis del siglo III.

¿Por qué? Es sencillo: es “la” crisis porque fue muy fuerte y ocurrió en el territorio más poderoso. Y es “del siglo III” no sólo porque abarca años que pertenecen a ese siglo, también porque es uno de los hechos principales (o tal vez el hecho principal) de ese siglo.

La crisis del siglo III comenzó con la muerte del emperador Alejandro Severo (235) y terminó con la asunción del emperador Diocleciano (284).

16 de agosto de 2014

Los antipapas (siglo III)

Hipólito de Roma, el primer antipapa
En el año 217, cuando se proclamó papa acusando a Ceferino (el papa ‘oficial’) de no respetar las ideas cristianas, Hipólito de Roma se convirtió en el primer antipapa.

Los antipapas fueron aquellos que no fueron reconocidos oficialmente como papas por la Iglesia, pero que ocuparon ese cargo por la fuerza, mediante designaciones ilegítimas o liderando a sectores que terminaron separándose de la Iglesia católica.

Lo curioso es que la Iglesia reconoce oficialmente el cargo de “antipapa”: desde el primero, Hipólito, hasta el último, Félix V (1440-1449), hubo nada menos que 39.

11 de agosto de 2014

Lo malo de ser emperador (235-285)

El asesinato de Calígula, pintura de Lawrence Alma-Tadema (1871)
Cuando pensamos en el Imperio Romano, y en los imperios en general, imaginamos que, si hubiéramos vivido en esa época, lo mejor hubiera sido ser emperador: lujos, poder de decisión, buena vida.

Sin embargo, ser emperador tenía algo malo: casi siempre te mataban. Por luchas contra otros pueblos, por revueltas internas, por traiciones de la nobleza, por lo que fuera, te terminaban liquidando. Por ejemplo, de los treinta emperadores que gobernaron el Imperio Romano entre los años 235 y 285, sólo uno tuvo una muerte natural, de viejito, en paz. A los otros 29 los asesinaron.

Así que yo no sé qué hubiera preferido. Si una vida rodeada de lujos y poder, pero con el temor permanente de ser asesinado, con la traición en la espalda, viviendo y sobreviviendo; o existir como un campesino, sufriendo contra la opresión de los poderosos, luchando contra esa opresión, a veces pasando hambre, pero morir tranquilo y acariciado por los que me quieren a los 70 años.

En realidad, sí sé lo que hubiera preferido.

9 de agosto de 2014

Maximino, el emperador gigante (235-238)

Maximino el Tracio nació (en una región llamada Tracia) en el año 173. Fue proclamado emperador del Imperio Romano en una época en que la guardia pretoriana (militares de alto rango, la mayoría nacidos en otras regiones) ponía y sacaba emperadores a su voluntad.

Decimos “emperador del Imperio Romano” y no “de Roma” porque el Imperio era tan grande que Maximino ni siquiera conoció Roma: gobernó desde otras regiones.

Lo que destacó a Maximino fue que sufría una enfermedad llamada gigantismo, que genera el crecimiento desmedido del cuerpo. Por eso, Maximino se convirtió en el líder más alto de la historia universal: llegó a medir 2,59 metros.

Gobernó solamente entre 235 y 238. A los senadores no les caía bien por su origen empobrecido (era hijo de campesinos). Y a la nobleza tampoco, porque les aumentó los impuestos para financiar al ejército.

El Senado nombró a otros emperadores (Gordiano I, Pupieno, Balbino), pero Maximino los enfrentó y resistió hasta que, viendo que no tenían escapatoria, sus propios soldados lo traicionaron, lo asesinaron y entregaron su cuerpo al Senado.

4 de agosto de 2014

¿Los primeros vegetarianos? (siglo V a.C.)

El jainismo, surgido en la India durante el siglo V a.C., fue la primera religión o movimiento que difundió el vegetarianismo (o sea, no comer animales).

Además, el jainismo predicaba la no violencia, cuestionaba las jerarquías (el sistema de castas, en el que no todos tenían los mismos derechos) y explicaba que el mundo es eterno y no está dirigido por ningún dios, sino por leyes naturales y morales. Qué buena onda.

3 de agosto de 2014

Estatua de Marco Aurelio (176)

La estatua de Marco Aurelio es una de las principales esculturas existentes realizadas en la Edad Antigua. Es de bronce. Marco Aurelio fue emperador de Roma entre los años 161 y 180.

Dos datos interesantes:

*No quedan estatuas hechas de bronce en honor a emperadores anteriores porque, como no eran cristianos, la Iglesia obligaba a destruirlas para crear monedas. La de Marco Aurelio sobrevivió porque se pensaba que en realidad era de Constantino, que sí era cristiano.

*En la estatua, la mano derecha de Marco Aurelio está extendida. Algunos historiadores afirman que es porque la obra estaba completada por hombre tirado en el suelo: un enemigo de los pueblos europeos contra los que luchaba Roma en aquellos años. Así, el emperador mostraba su piedad.

2 de agosto de 2014

Imperio Sasánida (222-651)

Relieve sasánida que representa la lucha entre el bien y el mal
El Imperio Sasánida surgió en Persia en el siglo III. Como todos los imperios, estaba formado por un grupo de personas preparadas para la guerra y con fuertes líderes con deseos de conquista. Es cierto que, muchas veces, no sólo existía deseo en esos líderes, sino también hambre en la población.

Los sasánidas derrotaron a los partos y se adueñaron de todos sus territorios. El primer rey sasánida fue Ardacher (222-241). La vida de los persas, bajo gobierno sasánida, casi no se modificó respecto a la que tenían con los partos. Pero hubo dos modificaciones importantes en la estructura: los sasánidas formaron un Estado fuerte, con muchos funcionarios y un ejército numeroso; y además tenían como objetivo expulsar a los romanos de Asia.

Consiguieron la denominación de "imperio" (pueblo cuyo objetivo es expandirse a otras regiones) por su segundo rey, Sapor I (241-272), que comenzó a invadir nuevos territorios, incluso el Imperio Romano. Sapor I capturó al emperador de Roma, Valeriano, algo que nadie había conseguido en la historia, y lo mantuvo apresado desde el año 259 hasta el 260, cuando Valeriano murió.

También Sapor murió, pero en 272, y su muerte significó debilidad y oscuridad para los sasánidas. Sin fuerzas para nuevas guerras, el rey Narsés evitó luchar contra Roma (año 297) cediéndole territorios.

El deseo imperialista de los sasánidas renació en el larguísimo reinado de Sapor II (310-379). Cuando el Imperio Romano declaró al cristianismo como religión oficial, el Imperio Sasánida comenzó a perseguir a los cristianos que vivían en Persia para desafiar a Roma. Sin respuestas, decidió directamente invadir territorios romanos y recuperó así la Mesopotamia y Armenia.

Los siguientes reyes sasánidas (Ardacher II, Sapor III, Bahram IV, Yezdegard I) se dedicaron más a intervenir en las peleas internas del reino que a cuidar las fronteras y el bienestar del pueblo.

El último gran rey fue Cosroes I (531-579). No sólo fortaleció todos los territorios sino que conquistó Yemen, con lo que el Imperio Sasánida alcanzó su máxima extensión. Para terminar con los caprichos de la clase alta y del clero, dividió el territorio en cuatro y puso cuatro jefes distintos para liderarlos.

Sin embargo, la muerte de Cosroes I dejó al imperio sin un liderazgo claro. Ormuz IV (579-590) y Cosroes II (590-628), aprovechando las riquezas acumuladas por Cosroes, fueron los últimos con extensos reinados. Luego, los sasánidas se vieron envueltos en el malestar de la población y en una lucha de poder en la que hubo siete reyes en apenas ocho años.

Los conflictos con el poderoso Imperio Bizantino fueron permanentes desde el año 590 (en Antioquía, Damasco, Jerusalén, Egipto) y, aunque los sasánidas dieron batalla, fueron perdiendo territorios y quedaron débiles ante la llegada de los árabes, que en el año 651 invadieron sus regiones y pusieron fin al imperio.

1 de agosto de 2014

Atila (395-453)

"Encuentro de León Magno con Atila", fresco de Rafael (1513-1514)
Atila fue el principal líder que tuvieron los hunos, un pueblo que surgió en Asia central e invadió Roma en los siglos IV y V.

Nacido en el año 395, fue conocido como "el azote de Dios" por lo sanguinario que era ante sus enemigos. Jamás mostraba piedad. Incluso ordenó ejecutar a su hermano para ser el único caudillo de los hunos. Tenía gran talento para la guerra y para planificar batallas, pero sus ansias de poder y nuevas conquistas terminaron arruinándolo a él y a su pueblo.

Los hunos llegaron a conseguir que el Imperio Romano les pagara un tributo (suma de dinero, joyas y servicios cada año), pero Atila quiso formar parte de la familia imperial casándose con una familiar del emperador Teodosio II y se pudrió todo. Los hunos terminaron debilitándose en una guerra contra el ejército romano (año 451) y acordaron la paz con el papa León I cuando ya no les quedaban muchas opciones. Atila murió inesperadamente por enfermedad, en el año 453, y allí comenzó el fin de los hunos.

La imagen de arriba es una pintura creada por Rafael en 1513 y 1514 que representa el encuentro entre el papa León I y Atila.